Perteneciente a esta comuna se ha convertido en un lugar conocido por su isla, la isla de las almas navegantes, así bautizada por el poeta lugareño Francisco Coloane.
En ella solo encontraremos una iglesia y un cementerio; sus habitantes son majestuosos árboles y coloridos pájaros. Rodeada por un humedal donde cisnes de cuello negro y musgos únicos colorean un paisaje grabado para siempre en nuestra memoria.
A la orilla del humedal, se encuentra la antigua Escuela de Aucar, en ella 45 niños crecen y aprenden, corren con riesgo entre pequeños riachuelos que terminan en el humedal. Las clases de ciencias naturales se realizan al aire libre y no hace falta ver los libros para diferenciar cientos de pájaros y árboles autóctonos.
Allí llegó Caribú, con sus blocs de dibujo y su goma eva para realizar 3 talleres. En total 4 horas de clase donde pudimos conocer y compartir un buen rato con todos los alumnos de la escuela.
- En primer lugar los más pequeños: Los 17 niños de 1º, 2º y 3º aprendieron a diferenciar entre dibujo e ilustración, escucharon cuentos y dibujaron su propia historia. Las historias de los pájaros de sus cabezas. Picaflores, garzas y pipilenes fueron los protagonistas.
- El segundo día trabajamos con los niños de 4º, 5º y 6º: Con ellos dejamos los pinceles y acuarelas a un lado para centrarnos en el grabado. El ejercicio consistió en crear nuestra propia firma en goma eva para después poder estamparla.
Aquí un video de despedida mostrando los trabajos realizados:
